ARTE CINÉTICO ARGENTINO

        por OSCAR HAEDO

 
 
CAPITULO II  
LOS PRE - CINÉTICOS
 
02/10 OBRAS CONCRETAS         
 

            La teoría de los concretos posibilitaba la aplicación de motivaciones de orden perceptivo sobre el movimiento –entre otras lecciones surgidas del ordenamiento geométrico- pero el mismo no pasaría de ser una ilusión óptica al aparecer re-presentado en los ejercicios plásticos; los concretos alternaban formas pintadas sobre planos (desprovistos del tradicional marco) con formas corporizadas en madera o metales, pero resueltas esencialmente con imágenes geométricas y con la ausencia total del tema anecdótico, en pos de la búsqueda del Espacio-Tiempo- Movimiento en la faz inventiva.

            Molenberg estructuraba formas semitriangulares, desintegradas y en oposición, con proyecciones dinámicas; Maldonado insertaba en un eje de varilla a otras varillas con variadas direcciones; Iommi doblaba a un alambre con formas parabólicas, inserto en un rectángulo de material metálico; Lozza desarticulaba varios planos oponiéndolos en diagonales; Prati desarrollaba formas planas (trapecios, triángulos y rectángulos) a las que unía mediante varillas, corporizando una ágil estructura; con similares realizaciones plásticas participaban Souza, Mónaco, Espinoza y Núñez planteando problemas de espacio. Esto lo aclara Iommi:

 Fue por ese año (1950) cuando comprendí la razón íntima de mis realizaciones, trataba de trabajar el plano que proveía la lámina del metal elegido, para “materializarlo” incorporando en él al espacio[31].

        Para ello Iommi recurría al bronce, cobre, acero inoxidable, el anticorodal y el mármol desmaterializando sus esculturas. Tras el viaje a Europa y los Estados Unidos, el artista aclara conceptos diciendo:
 

 La revelación se produjo frente al contraste de las dos civilizaciones. Toda la escultura de Europa, incluyendo entre ella a las catedrales góticas, ha sido creada en función del ámbito de la ciudad; se resguarda en ellas, participando en los “espacios” provocados por sus cerramientos. Todo juega armónicamente a “escala humana”. Dan testimonio fehacientes ejemplos que se multiplican siendo quizás el más representativo la Piazza de la Signoria de Florencia. Al desembarcar en Nueva York advertí de inmediato que allí lo “humano” daba lugar a lo “espacial”. Arquitectura y escultura en la ciudad han sido concebidas en otra escala. Allí era el Espacio Abierto lo que contaba. Se aclaraban mis ideas; la desmaterialización del volumen logrado en obras que contaban en sí mismas, aisladas como objetos individuales, darían paso a realizaciones integradas al “espacio”, participando, formando parte de ese ámbito total en que el hombre de hoy se encuentra involucrado[32].

            En pos de materializar plásticamente la trilogía Espacio-Tiempo-Movimiento, el arte concreto obtenía positivos resultados espaciales con la eliminación del marco que liberaba las formas, y, las tensiones espaciales con sus formas metálicas, pero la conquista del movimiento real y el tiempo aun no se avizoraba.

 

 

 

 

 [31]   Catálogo de Enio Iommi de la galería Bonino, 1969, Bs. As.

 [32]        Catálogo de Iommi, cit.

 

 

 

 

 

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