ARTE CINÉTICO ARGENTINO

        por OSCAR HAEDO

 
 
CAPITULO IX
EL APOYO PRIVADO Y ESTATAL AL ARTE
 
09/01 ANTECEDENTES (1969-1979) 


 

La industria –complace consignarlo- pasó en 100 años de un estado incipiente a la pujante realidad que advertimos en la diversificación y calidad de sus producciones: petroquímica, grandes motores, barcos, aviones, automotores, equipos ferroviarios, computadoras… Ahora mismo está en trance de incorporar jalones esenciales a la industria base: hierro, aluminio, productos químicos… a favor del crédito exterior y del que aquí proporciona el Banco Industrial, cuya cartera de préstamos linda en los cien mil millones de pesos.

De su carácter primario e ínfimas dimensiones de un siglo atrás, la actividad fabril se ha convertido en motor fundamental del crecimiento económico, con una participación cercana a los tres billones de pesos corrientes, o del 35% del producto bruto interno, que destaca su importancia ante el 15,5% del aporte agropecuario.

Por sí solas, estas proporciones están indicando la magnitud de la transformación que experimenta la fisonomía socioeconómica del país.

(Del diario “La Nación”, suplemento Un siglo en sus columnas”, 4 de enero de 1970, Bs. As.)

 

A favor de la incentivación señalada por un órgano de opinión de los sectores agro–ganaderos, las industrias privadas siguieron otorgando a las bellas artes el apoyo que iniciara IKA en 1958, con una mayor participación del Estado, en especial a la nueva corriente instaurada por el cinetismo.

 

 

 

CAPITULO IX
 EL APOYO PRIVADO Y ESTATAL AL ARTE