ARTE CINÉTICO ARGENTINO

        por OSCAR HAEDO

 
 
CAPITULO III  
LOS PRIMEROS CINÉTICOS
 
03/06 1948. LOZZA Y EL PERCEPTISMO.   
 

     En 1943 al separarse Raúl Lozza de la Asociación Arte Concreto Invención da a conocer el perceptismo, para postular una conciencia artística que se cumpla, no en el liberalismo que justifique el error, sino en la libertad para una finalidad objetiva de la pintura, lo que concreta pictóricamente en una muestra inicial en la galería Van Riel.

     La tesis en que se asienta el perceptismo trasciende de una nota teórica aparecida en el órgano vocero del movimiento, y dice:

Existe una rotación temática que se rechaza y se vuelve a retomar con distintas características, delatando la impotencia de la pintura de vanguardia por salir del círculo vicioso de la representación.

Es quizás lo que quiso insinuar Paul Klee cuando dijo que “la pintura moderna no ha llegado al pueblo por no conocer sus elementos totales”. Es fácil impugnar estas mistificaciones estéticas pseudocientíficas, sabiendo que no pueden traducirse a nuestra estructura real-tridimensional, la estructura compleja del “espacio-tiempo” relativista. Estas dimensiones son irrepresentables  y si pudiéramos hacerlo tendríamos que estar dotados de otros órganos sensorios. Pero estamos limitados a percibir tres dimensiones y poseemos en consecuencia tres grados de libertad para actuar en el mundo exterior. Esta orientación contradice la realidad bidimensional del “plano”, como objeto de la pintura, desvirtuando su esencia concreta e impidiendo el tránsito dialéctico hacia la objetividad.

…En Argentina se progresó en el sentido de esclarecer algunos problemas, pero en la práctica creadora fue Raúl Lozza quien logró dar solución a todas estas contradicciones en que se agotaron las tendencias no figurativas. La pintura concreta se convierte en una realidad con el advenimiento del “perceptismo”, que logró orientar la pintura hacia la verdadera función estética en conexión con la “dinámica social”.

Todos los problemas que se afrontaban en forma aislada, “color-forma”, estructura plástica y arquitectura, se integran y se sintetiza en un campo único para la visión objetiva. Lo real es la síntesis, “la unidad”; lo abstracto se hace concreto, y el objeto estético vive como un ente real en su plena bidimensionalidad. La “forma”, liberada en el espacio, reclamaba una estructura que le otorgara su existencia. El “color”, al estructurarse con el “carácter” de la “forma”, por primera vez juega un papel activo con la misma[41].

 

       A su vez, el creador del perceptismo, Raúl Lozza, agrega:

Con mi pintura yo trato de que la cosa estética, abandonando la ilusión espacial tanto de lo figurativo como de lo abstracto, pase a producirse en el espacio real en que el hombre vive, y se integre así con toda su actividad cotidiana[42]

    Su concepción de lo dinámico en la plástica, Lozza lo aplicaba en Pintura 285 – Estructura perceptista (1950) proponiendo tensiones de rectas en múltiples diagonales; en Pintura 296 también estructura un proceso de transformación plástica hacia su dinamismo teórico.

     Raúl Lozza afirmaba su oposición a las artes del movimiento, desarrollado por los MADI, expresando:

Para que un arte visual pase a formar parte de lo real objetivo, tienen que ser igualmente reales sus propias relaciones espaciales. Sostener en el arte la posibilidad de espacios inalcanzables para la percepción visual es una nueva especulación mística, y hasta diremos espiritista, basada en la deformación de los datos de la conciencia[43].

 

 

 

[41] Revista “Perceptismo (teórico y polémico)”, N°3, noviembre de 1951. Bs. As. Artículo “De la abstracción al perceptismo”. V. D. Lozza.

 [42]  Revista “Primera Plana”, N°325, 18-3-1969. Bs. As. Artículo “El perceptista junto al mar”.

 [43] Revista “Perceptismo”, N°6, enero de 1953. Bs. As. Artículo “Nuestra posición crítica y teórica”. Raúl Lozza.

 

 

 

 

CAPITULO III  
LOS PRIMEROS CINÉTICOS