ARTE CINÉTICO ARGENTINO

        por OSCAR HAEDO

 
 
CAPITULO III  
LOS PRIMEROS CINÉTICOS
 
03/07 1951. MALDONADO Y EL BAUHAUS.     
 

         En tanto el movimiento concreto se disolvía en 1949, al regreso de Europa de uno de sus animadores, Tomás Maldonado, en 1952 se constituía el Grupo de Artistas Modernos de la Argentina inspirado por el crítico Aldo Pellegrini con la participación de los concretos Maldonado, Pratti, Hlito, Iommi y Girola y los abstractos independientes Antonio Fernández Muro, Sarah Grilo, Miguel Ocampo y Hans Aebi, una de cuyas muestras tuvo lugar en Viau (1955).

En tanto los plásticos provenientes del movimiento concreto mantenían imágenes geométricas y ascéticas, correspondió a los abstractos Ocampo y Fernández Muro, más tarde Hlito, la estructuración de una pintura en base a pequeñas y múltiples pinceladas –o trazos a la manera puntillista- trocando la tensión de los planos absolutos por un neopuntillismo, determinante de una fina vibración pictórica. Ejemplo de esta labor son Pintura 54-136 de Ocampo (1955), Espectro 4 de Hlito (1963) y Aspa blanca de Fernández Muro.

     Inspirado el grupo en las doctrinas del Bauhaus, su labor tuvo difusión a través de la revista Nueva Visión (desde 1951), ampliada a la edición de Max Bill (1955), pero la incorporación de  Maldonado a la Escuela de Diseño de Ulm (Alemania) en 1954 provocó la disolución del grupo.

     Max Bill sostenía la necesidad de una nueva temática en el arte concreto, declarando que la misma debía estar presente tanto en la forma como en el contenido de la obra de arte; recordaba que ello no significaba la reproducción mecánica de las nuevas realidades creadas por la ciencia, lo que crearía un nuevo naturalismo, sino que la conciencia espacio-tiempo (esencia del arte concreto) expresara las modificaciones y enriquecimientos que se producen en la conciencia científica del espacio-tiempo.

     A través de Nueva Visión se divulgó el ABC del cinetismo, del Bauhaus, la pintura realizada con medios técnicos como la fotografía, las creaciones de Moholy-Nagy con el plástico, la luz, el metal y el movimiento, el ABC del diseño industrial, los nuevos lenguajes del cine y la arquitectura, así como los aportes de la ciencia e industria al arte.

     Una de las notas de la revista sobre Moholy-Nagy, debida a Alexander Dorne, aludía al cinetismo manifestando:

En todas sus actividades se propuso transmitir un nuevo mensaje: fomentar un lenguaje visual que fuese tan accesible a los procesos de transformación como lo es la vida misma, y en consecuencia, tan excitante y activo como no lo había sido antes ninguno… Concebir el diseño como un proceso dinámico que penetra en otros procesos de la vida… La pintura según M-N, debería liberarse de la consistencia, de la pigmentación y convertirse en un juego de luces. La fotografía, el cinematógrafo, los afiches, el diseño industrial, la tipografía, la escenografía, la literatura y la educación, todos deberían liberarse de las formas estáticas que se practican según la tradición del Renacimiento…

…para Moholy-Nagy el impacto de la transformación, representado principalmente por la revolución industrial, es tan intenso y nuevo que su resultado es una nueva especie de hombre con nuevas necesidades y nuevas aptitudes. A esta nueva visión de realidad, Moholy la llama “espacio-tiempo”. Su significado es, según sus palabras “no el mundo cuatridimensional” de Einstein, ni su movimiento en el espacio. Es, más exactamente, nuestra creciente adaptación a un mundo donde todo es movimiento. Este nuestro mundo actual es infinitamente más activo que cualquier otro anterior al nuestro, y exige una visión y un diseño más excitante y mucho más estimulante para la acción que cualquier visión o diseño anterior… En su afán por lograr un modo de ver más activo, Moholy afirmaba “esa nueva visión de una realidad es un constante proceso de movimiento dentro de sus elementos y dentro de la relación de dichos elementos”. Ese anhelo lo indujo a volcarse cada día más hacia la acuarela, la transparencia media, las pinturas de planos múltiples y transparentes, los efectos de luces, los reflejos móviles y la pintura de la luz cinética.

 

     La nota de “Nueva Visión” estaba ilustrada con obras de Moholy-Nagy, entre otras: escultura móvil (en plexiglas y barras de cromo sobre alambre de acero) de 1943; modular luminoso espacial realizado entre 1922 a 1930; modulador espacial (construcción en plexiglas) sobre plano reflectante de 1940 y alfileres sobre zinc perforado (1936) como experiencia de movimiento perceptivo.

     En otra edición de la revista “Nueva Visión”,  Maldonado examinaba la obra de Xanti Schawinsky, integrante del Bauhaus, con numerosas ilustraciones, diciendo:

 Las imágenes pictóricas de X.S. se inspiran, casi siempre, en los conocidos fenómenos de ilusión óptica… Formas que sólo la colaboración del espectador puede tornar legibles… Pues lo cierto es que las técnicas modernas de la transmisión de imágenes (fotograbado, cine, telefoto, televisión, publicidad luminosa, y en los últimos tiempos cinerama y cinemascopio) nos habitúan cada vez más al uso de las formas virtuales; cada vez más nuestros procesos perceptivos se cumplen a través de procesos de fusión.

 

 

 

 

 

CAPITULO III  
LOS PRIMEROS CINÉTICOS