Con los vagidos del recién nacido se inicia en el ser
humano la lucha por la existencia, donde ocupará un lugar
privilegiado las actividades físicas y espirituales, necesitadas de
una constante dinámica en procura de su libertad, realización y
condiciones creadoras, correspondiéndole al que se definiera como
artista el otorgar forma plástica a dichas expresiones.
El artista incorpora a su obra el espíritu de la época y
civilización en que actúa, definido como el Signo Icónico
registrador de su tiempo, plasmándolo desde el rudo diseño estampado
en las cavernas de Lascaux hasta los aparatos sonoros de Tinguely.
En estos registros de la vida de la sociedad mediante
las artes, le corresponde al ARTE CINETICO ser receptáculo de lo
tecnológico, científico e industrial que predomina en el siglo XX,
siendo un arte impregnado de la dinámica, tensiones y vibraciones
del hábitat del artista.
En el presente ensayo procurase rescatar los testimonios
que documentan la incidencia de lo dinámico en las artes de
Argentina, ensayo que surge de investigaciones bibliográficas y
hemerográficas, del contacto con los artistas cinéticos, comentarios
de colegas y la consecuente asistencia a los eventos con
connotaciones dinámicas.
Testigo de constantes y profundos cambios en las
estructuras artísticas, científicas, tecnológicas, industriales y
sociales que modifican la estética, nos corresponde la misión de
investigar y documentar al ARTE CINETICO a través del presente
ensayo.
|