ARTE CINÉTICO ARGENTINO

        por OSCAR HAEDO

 
 
CAPITULO II  
LOS PRE - CINÉTICOS
 
02/04 1925. EL RITMO – COLOR DE XUL SOLAR    
 

            Simultáneamente con el retorno de Pettoruti al país, se produjo el arribo de otro artista bonaerense tras sus estudios en Alemania: Xul Solar, expositor en el Salón de los Independientes de 1925.

 Para este singular artista argentino, cuya obra se exhibe actualmente en la sala 2 de “Amigos del Arte”, la expresión plástica no es otra cosa que un ritmo “escrito” en color, al cual debe plegarse la forma no en un sentido funcional o sea como objetivación de seres y cosas, sino en una proyección astral de la idea, vale decir, como sucinta referencia de una abstracción imaginativa[23]

            Inicialmente influenciado por el Art Nouveau, Kandinsky y Paul Klee, Xul Solar enriquecióse plásticamente con el simbolismo y surrealismo para pintar mundos imaginarios y fantasmagóricos; para ello recurrió al empleo de símbolos de la tradición hermética o religiosa, símbolos del pensamiento tradicional chino, los 8 trigramas de Pakua, el clásico Tai ki conformando un círculo que contiene las dos fuerzas elementales: Yang y Ying; los símbolos hindúes, los mandala, la cruz gamada, los de la  Cábala (el árbol cabalístico), los símbolos de la alquimia y los arcanos del Tarot, los astrológicos y les representaciones zodiacales, la estrella de David, la cruz, el Paracleto y demás símbolos cristianos.

            Xul Solar también recurrió a la figura humana representándola en movimiento, a muros, escaleras y edificios en zig – zag, a paisajes ondulantes y grafismos indicadores de la velocidad (Vuel Villa, 1936).

            En su obra pictórica Xul Solar no buscó reproducir (re-presentar) al movimiento del mundo tecnificado e industrial en que actuaba, limitándose a exteriorizar su mundo subjetivo, éste sí inquieto, pero despreocupado por reflejar al dinamismo de la naturaleza o la sociedad contemporánea.

            Al describir plásticamente a sus personajes, ciudades, tótems, o simples formas abstractas –en permanente acción o gesticulantes- Xul Solar incorporó a las artes nacionales el ritmo plástico, hasta entonces ausente en nuestra pintura.

            Ello es visible en Cintas (1924), Jefa (1923), Mensaje (1923), Troncos (1919), Sierras (1949), Símbolos (1954) y Bordes del San Montes (1944).  

 

ENLACES COMPLEMENTARIOS:

Museo Xul Solar
http://www.xulsolar.org.ar/

 

 

 

 

 

 [23] Diario “La Prensa”.  29-7-1940. Bs.As.

 

 

 

 

 

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