ARTE CINÉTICO ARGENTINO

        por OSCAR HAEDO

 
 
CAPITULO V  
EL MOVIMIENTO REAL Los Generativos
 
05/02 1960. GRUPO DE INVESTIGACION DE ARTE VISUAL.   

 

            Con los estudios académicos recibidos en las Escuelas de Bellas Artes “Manuel Belgrano” y “Prilidiano Pueyrredón”, Horacio García Rossi, Francisco Sobrino (español de nacimiento, pero educado en Argentina), el mendocino Julio Le Parc, Marta Boto, Antonio de Asís, Hugo Demarco y Gregorio Vardenaga se incorporaron al movimiento artístico de la ciudad de París para interesarse por el cinetismo, nueva instancia de los postulados geométricos.

            Becado por el gobierno francés en 1958, y por el Fondo Nacional de las Artes en 1959, Le Parc frecuentó el taller de Vasarely, postulador de un cinetismo pictórico en base a formas abstractas que re-presentaban al movimiento, pero ajustándose a lo bidimensional.

            Vasarely creaba decoraciones murales variables mediante el empleo de pantallas móviles y transparentes, a fin de obtener el espacio plástico multidimensional, descartando el empleo de máquinas por cuanto bajo el ritmo de cinética plástica  –objetaba- no queremos decir que se trata de mover continuamente los cuadros u objetos.

            En oposición a este planteo, Le Parc  –conjuntamente con sus compatriotas Sobrino y Horacio García Rossi y los franceses Jöel Stein, Francois Morellet e Yvaral- plantea la necesidad de pasar del cuadro estático bidimensional a lo tridimensional en procura de obtener el movimiento real; hasta entonces Le Parc había obtenido la re-presentación del movimiento con el desarrollo de pinturas en secuencias progresivas, bajo la guía de Vasarely.

            Constituidos en 1960 como Grupo de Investigación de Arte Visual,   los seis artistas unieron a sus experiencias de trabajo una permanente labor de esclarecimiento estético en procura de un arte sociológico con participación del espectador, manifestando en octubre de 1961, en París:

         “Proposiciones para transformar” la relación (obra – ojo) .

          Eliminar totalmente los valores intrínsecos de la forma estable y reconocible…

Eliminar las relaciones arbitrarias entre las formas (relación de dimensiones, de ubicación, de colores, de significaciones, de profundidad, etc.).

Desplazar la habitual función del ojo (toma de conocimiento a través de la forma y sus relaciones) hacia una nueva situación visual basada sobre el campo de la visión periférica y la inestabilidad.

Crear un tiempo de apreciación basada sobre la relación del ojo y de la obra transformando la calidad habitual del tiempo.

“Proposiciones para transformar los valores plásticos tradicionales”

Limitar la obra a una situación estrictamente visual.

Establecer una relación más precisa entre la obra y el ojo humano.

Anonimato y homogeneidad de la forma y de las relaciones entre las formas.

Poner en evidencia la inestabilidad visual y el tiempo de la percepción.

Buscar la obra no definitiva y, sin embargo, precisa y deliberada.

Desplazar el interés hacia las situaciones visuales nuevas y variables basadas sobre constantes originadas en la relación obra – ojo.

Constatar la existencia de fenómenos indeterminados en la estructura y la realidad visual de la obra y, a partir de ahí, concebir nuevas posibilidades que abrirán un nuevo campo de investigaciones[69]

            En julio de 1963, al presentar sus trabajos en la 3ra. Bienal de París, el grupo manifiesta que ellos son:

 …por una parte, una transposición a una escala arquitectural de algunos de los principales aspectos de sus trabajos y por otra parte una evolución hacia nuevas experiencias. El interés de ellas está puesto sobre la participación del espectador .

            El manifiesto prosigue:

La relación obra – espectador que ha sido desarrollada por el Grupo, se desenvuelve antes que nada y da al espectador una mayor participación.

No se trata aquí del interés tradicional que colocaba, por un lado, al objeto a contemplar (pintura, escultura, etc.) y por el otro lado, al espectador.

El abandono del carácter definitivo y estático de las obras tradicionales ha sido para el Grupo un primer paso hacia la revalorización de un espectador siempre ansioso de la contemplación condicionada por un nivel de cultura, de información, apreciación estética, etc.

El interés que despierta el Grupo en el espectador es diferente de aquél que podría despertar un espíritu científico en la búsqueda de constataciones que lo utilizaría como elemento de estadísticas, sometiéndolo a tests.

Es también un camino diferente de aquél que, preocupado por la cibernética y por la electrónica, deja al espectador al margen de realizaciones altamente técnicas o lo considera como elemento para producir cambios en la obra, por medio de células electrónicas.

El camino del Grupo está determinado por la consideración del espectador como un ser capaz de reaccionar con sus facultades normales de percepción siendo él quien dé sus sentidos a las experiencias propuestas.

Ciertamente que no se trata más que de situaciones con un carácter fragmentario y limitado, pero su objetivo es acentuar el rol del espectador en vista de situaciones nuevas, donde la distancia entre la obra y espectador no exista más[71]

Sus MOVILES difieren de los de Calder y otros seguidores, en que no buscan como finalidad el movimiento, sino que usan de él y de la luz para multiplicar la imagen que los enfrenta en las infinitas reflexiones de los planos movibles. Se trata de una búsqueda continua en procura de una obra de arte sometida a contingencias en relación con el espectador que está observando sus variaciones. Los esfuerzos que al respecto realiza  Le Parc  son también de sus compañeros de grupo[72]

         Teniendo como preceptiva la participación activa del espectador, la desmitificación del artista y el anonimato de la obra, los integrantes del Grupo de Investigación de Arte Visual participaron en la Bienal de París de 1962 con Laberinto obteniendo el Primer Premio de Trabajo en Equipo, y en 1966 organizaron Una jornada en la calle dentro de la ciudad de París, en esta oportunidad las obras presentadas, entre otras, fueron: esfera para hacer vibrar, ocho círculos con desplazamiento horizontal, imágenes fraccionadas, esferas sobre resortes para manipular, conjunto de ocho movimientos – sorpresa, anteojos para una visión distinta, espejos dobles, etc., instando al espectador al manipuleo.

          Esta actitud estética fue desarrollada disciplinadamente por Le Parc (ver cap. VI), el que participa en 1966 en XXX Bienal de Venecia mereciendo el Primer Premio, un éxito reiterado en Buenos Aires con la muestra individual en el Instituto “Di Tella” en 1967 con un récord de espectadores para una exhibición de arte plástica.

            El grupo se disolvió el 15 de noviembre de 1968, al acentuarse las divergencias producidas con la evolución personal de cada integrante.

            A casi veinte años de la creación del grupo, la mayoría de sus ex integrantes y seguidores volvieron a unirse en las salas de la 20° Grands et Jeunes d’Aujourd’hui 1979 (París) ratificando o rectificando sus actitudes cinéticas de otrora; Boto exhibió Sinnuosités polycromes (1979), formas seriadas con el desarrollo de una S triple; Demarco presentó Repertoire relations tras la búsqueda de espacios; Le Parc mostró Modulation recurriendo a lo bidimensional; Tomasello reiteró las atmósferas cromáticas con Objet plastique n°410 (1976); completaron la representación del GRAV con una estructura geométrica seriada de Gregorio Vardanega (Padoge, 1974) junto a un torso desnudo de mujer visto a través de una trama punteada de Yvaral (M.Y. Digitalisée).

            GARCIA ROSSI. Integrante del GRAV, elabora con el movimiento y la luz colorada, introduciendo en las cajas al azar como fuente de inestabilidad de las que surge la sorpresa, caja que Romero Brest señala como “más dinámicas y provocadoras que las de Marta Boto”. [73]

            Con una de sus cajas luminosas García Rossi participa fuera de concurso, a su pedido, en la exposición “Materiales, nuevas técnicas, nuevas expresiones” (Museo Nacional de Bellas Artes, 1968) integrando luz y movimiento.

            FRANCISCO SOBRINO. Integrante del GRAV, participa en la muestra citada del Museo Nacional, siendo considerado como un realizador de estructuras que multiplica al color por la inclinación de los planos, como por ejemplo, En el viento, resuelta con material plástico.

Sobrino utiliza superficies transparentes (plexiglas) que se imbrican unas en otras. Es imposible precisar –a causa de la transparencia- dónde comienza un elemento y dónde termina el siguiente. Esta ambigüedad se torna dinámica con el desplazamiento del espectador; Sobrino denomina a estas creaciones transformaciones inestables, estructura permutacional. [74]

            Su labor merece la aprobación de Romero Brest, quien dice”

…y qué decir de las piezas de Francisco Sobrino, o de los aparatos de Gregorio Vardanega, el menos ortodoxo del conjunto, del que forman parte también Hugo Demarco y Armando Durante”[75]

            BOTO. En similares búsquedas estéticas figura Marta Boto, argentina radicada en París, algunos de cuyos trabajos en plexiglas –donde une la luz y el movimiento- fueron adquiridos por el Museo Municipal de Arte Moderno de París; en ocasión de la muestra “Lumiere et mouvement”(en el citado museo, 1967), Marta Boto definió sus actividades como investigaciones concernientes a conjuntos luminosos, figurando entre sus resultados –como obras tridimensionales bidimensionalisadas- unos relieves lumino-cinéticos titulados aceleraciones.

Boto participó en la muestra “Materiales, nuevas técnicas…” con una obra de material acrílico, sin título, compuesta por varias barras verticales, actuando como soportes de variados aros engarzados en ellas.

En virtud de atribuírsele la prioridad en el uso del agua en obras cinéticas, reproducimos el resultado de nuestra investigación:

a)      “…cabe destacar que Kosice no es el inventor de la escultura hidráulica y que –al menos en Buenos Aires- fue precedido en sus experiencias por Marta Boto, quien actualmente se siente atraída por las investigaciones lumínicas en relación con el arte”.[76] 

b)      “…Marta Boto y Gregorio Vardanega sienten atracción por los materiales transparentes. La precisión cristalina de sus imágenes (que alguna vez Boto adicionó a la incorporeidad del agua) da a sus obras una suerte de inmaterialidad física, que impulsa y expande los resortes de la forma en un espacio ideal”[77]

c)      “…Marta Boto a quien se le atribuyen las primeras investigaciones utilizando al agua como medio expresivo…”. [78]

d)     En nuestra conversación con Gyula Kosice, éste manifiesta que las experimentaciones de Boto circunscribiéronse a incorporar aguas de colores en objetos transparentes, sin intención cinética.

VARDANEGA. “Nacido en Italia en 1923, ordena espirales, posiciones áureas, desarrolla radios dinámicos sobre formas cóncavas virtuales y pugna, en fin, por atrapar la corporeidad de los volúmenes posibles a expensas de un aire circunscripto  linealmente”.

“Cultor de lo cinético, Gregorio Vardanega –que vive en París_ impulsa su apasionamiento hacia el movimiento y la luz (también está en función de aquél). En 1950 fue invitado por Michel Seuphor a exponer en la capital francesa esa serie de “pequeños puntos en el espacio en forma de espiral, complementadas por otras espirales; ya verticales, ya horizontales”. Figuras geométricas más representativas del principio del movimiento expansivo, ya que, según sus propias palabras, “implican la imagen más contundente de lo espacial”. [79]

La obra de Vardanega se caracteriza por obras como luz – móviles transparentes, y la creación del color sonoro materializado en un conjunto de torres de 20 metros de altura, adquirido por un ente francés de electricidad.

También participaron del movimiento cinético en París los argentinos Antonio de Asís, el pintor Torres Agüero, Armando Durante y Hugo Demarco.

HUGO DEMARCO. Becado en 1962 por el gobierno de Francia, cuando ya tenía en sus antecedentes su participación en las actividades del GRAV (1960) y en la galería Denise René (1961) con obras cinéticas.

Al igual que Vasarely, Le Parc y Tomasello, Demarco partió para sus investigaciones cinéticas de las imágenes pictóricas seriadas, que luego trasladó al espacio y adicionándole la luz, preferentemente la luz negra (ultravioleta) con el resultado de superficies reflejantes y sensibles a la luz.

Demarco afirma, con razón, que la búsqueda cinética concierne en primer lugar a los elementos plásticos y los problemas que ellos presentan y no a la búsqueda de un estilo estable o definitivo.

En Demarco esta investigación es desarrollada en más de 30 direcciones. Las podemos agrupar esencialmente en:

La integración del tiempo y su inmaterialización.

La tentativa de crear volúmenes en el espacio con la ayuda de superficies planas.

Hacer visible e invisible formas en rotación.

La integración de la sombra al elemento físico que la provoca.

Hacer ver lo inmaterial de la velocidad.

Intensificar las relaciones de movimientos, superficies, formas y espacios.

La metamorfosis por reflexión, la transformación de la imagen provocada por el desplazamiento del espectador.

Transformación de espacios y perspectivas por la reflexión de la luz y del movimiento real.

La vibración y sus posibilidades de superposición.

Superposición de imágenes en un plano recto-curvo.

Los elementos plásticos, círculos, esferas, etc., sirven a estos problemas cinéticos fundamentales.[80] 

 

          Se ha señalado que en los objetos cinéticos de Demarco se amalgaman técnica y estética con el resultado de que el movimiento y la luz, en sus obras, eliminan los comienzos y los finales, y terminan con las imágenes subjetivas y estáticas.

El nuevo valor de esta conjunción de objeto técnico y objeto estético es la inestabilidad, es el cambio de la experiencia estética de los elementos únicos y absolutos, por una nueva activación de morfología creadora. Su planteo más importante es cómo muestra o explicita las estructuras temporales de la obra de arte; su síntesis del tiempo dramático, su tiempo superindividual, más bien metafísico, que lo integra a lo universal.

Como el tiempo musical, el tiempo de Demarco está en continuo movimiento y trasciende por su propia estructura.

Cada objeto modela su ámbito y, a su vez, cada cosa está conformada por él; ésta puede ser una clave para entender que las dimensiones de las superficies materiales de Demarco no son las que definen su espacio real, sino lo que define su existencia en el espacio que brota en la mente del espectador.  [81]

 

 

 

[69] JULIO LE PARC. Entrevista grabada, documentación y textos reunidos por Marta Dujovne y Marta Gil Solá; Ediciones “Estuario”, 1967, Buenos Aires.

 [70] Le Parc..

[71] Le Parc op.cit.

[72] Le Parc, op.cit

[73] “El arte en la Argentina”. Jorge Romero Brest,  Paidós, 1969, Bs. As.

[74] “El arte cinético”, Bértola, ob. Cit.

[75] “El arte en la Argentina”. Jorge Romero Brest. Ob. Cit.

[76] Artículo “Del cuadro animado a la escultura - robot (“Artes Plásticas del Siglo XX”). María Scuderi, diario “La Nación”, 1964, Bs. As.

 [77] “Aproximación a la escultura argentina de este siglo”. Taverna Irigoyen, editó Colmegna, 1967. Santa Fe, Argentina.

 [78]  Artículo de Hernández Roselot, diario “La  Razón”, 21-2-1970, Bs. As.

 [79] “Aproximación a la escultura…”. T. Irigoyen. Ob. Cit.

 [80] Catálogo de la exposición de Hugo Demarco, texto de F. Popper, galería Rubbers, 1969, Bs. As.

 [81] Catálogo de Rubbers, ob. Cit., texto de Jorge Glusberg.

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=92nuwfRE20E

http://www.julioleparc.org/grav1.html

 

 

 

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