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1968. EN EL SALON
NACIONAL
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La importancia adquirida por el
movimiento cinético fue reconocida
oficialmente al crearse la Sección Investigaciones Visuales en el
57° Salón Nacional de Artes Plásticas de 1968, actuando como único
jurado –para las distintas técnicas-
Fernando López Anaya,
Héctor Basaldúa,
Julio E. Payró,
Vicente Forte y
Manuel Mujica Láinez.
El Premio Unico se otorgó a Generador de imágenes (mecanismo óptico
de 0,50 x 0,80) de
Eduardo Giusiano y Jorge Schneider y el Premio
Beca Fondo Nacional de las Artes a Visualidad alternada (casilleros
ensamblados con espejos y luces intermitentes, de 1,60 m x 0,45 m)
de
Noemí Di Benedetto.
Sobre once obras participantes, seis tenían carácter cinético:
Perspectiva cromática (yuxtaposición absoluta con tintas gráficas)
de Esteban Adam; Estructura móvil colgante (acrílico y acero
inoxidable) de
Jacques Bedel; Odni, objeto dinamográmico no
identificado (caja con espejos y acrílicos iluminados) de
César
Ariel Fioravanti; Luz, movimiento, color de
Alberto Pellegrino;
Reflejos cromados (ensamble de hierros con movimiento a motor, 1,30
m x 0,70 m) de
Enrique Romano; Mural cerámico con efectos luminosos,
de Crexell Sánchez, Alicia Aliende de Araya, Angela R. y Burgin
Liesel.
En dicho Salón se otorgó el Premio “Crítica de Arte” del Salón 1967
a Cuadrados simultáneos (escultura de acrílico y pintura similar) de
Ary Brizzi, con los votos de
Osiris Chiérico,
Roger Plá, J. A.
García Martínez,
Basilio Uribe y
Rubén Vela;
Chiérico dejó
constancia de su voto por la obra de
Ary Brizzi
considerándola
significativa como expresión visual, declarando que de haberse
dudado sobre el carácter escultural de la obra, su voto habría sido
“declarar al premio, desierto”.