EXHIBIAN CURIOSO CUADRO; LA POLICIA LO SECUESTRO.
EXPOSICION RURAL: MINIESCANDALO.
“Es una vergüenza… qué barbaridad. A mí no me asombra porque soy una
mujer casada… pero no son cosas para mostrar al público.” Estas
frases de indignación fueron pronunciadas por una señora de avanzada
edad, mientras miraba un cuadro que fue presentado en uno de los
pabellones de la Exposición Industrial que se realiza en la Sociedad
Rural de Palermo.
Pocas horas después, una comisión policial al mando de un oficial
arribó al stand y procedió a tapar con papeles el cuadro y retirarlo
del lugar, ante las miradas de un centenar de personas, que
sonrientes u ofendidas, presenciaban el operativo. En realidad se
trataba del secuestro de una obra realizada por la pintora Lea
Lublin, domiciliada en la calle Brasil 1798, de esta Capital, quien
presentó una pieza pintada en acrílico superpuesto sobre el mismo
material, que le daba una visión de tipo tridimensional.
El
motivo del cuadro era el de un hombre y una mujer completamente
desnudos, sobre un lecho que fue confeccionado por la autora,
colocando una sábana bajo el dibujo.
El
tamaño de la obra era de 1,60 m x 1, 20 m y había sido expuesto en
el stand de la firma Paolini, dedicada a la fabricación de planchas
acrílicas y con domicilio comercial en la Av. Callao 353, de esta
capital.
El
valor de la obra era de 600.000 pesos moneda nacional, según la
autora, y cabe destacar que se encontraba en exposición junto con
otras de conocidos autores, tales como
Rogelio Polesello. Sin
embargo, parece ser que la obra despertó ciertos recelos entre
algunos de los asistentes a la Exposición Industrial y se efectuaron
numerosas denuncias a la policía para que retirara el cuadro por
“inmoral”.
Personal de la Comisaría 23ª hizo un pedido al encargado del stand
para que retirara el cuadro por propia iniciativa, pero como no hizo
caso a la sugerencia policial, una comisión procedió anoche, a las
20:30 a retirarlo y llevarlo secuestrado a la seccional. Cabe
señalar que el episodio adquirió ribetes de escándalo ante las más
variadas expresiones. Un centenar de curiosos, entre bromas y frases
de indignación, presenció el secuestro del cuadro acrílico.
Las hermosas jóvenes que atienden los locales comentaban sonrientes:
“Ahora ya no nos podremos divertir mirando los rostros de la gente
cuando descubría el cuadro… Algunos se reían… pero otros se iban
furiosos”.
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