CAPITULO
X
CINETISMO SOCIOLOGICO Y EPISTEMOLOGICO |
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1972. EL LABERINTO
INVISIBLE
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Benedit
presenta en el
Museo de Arte Moderno de Nueva York al
laberinto invisible, al que plantea como una experiencia de
aprendizaje por ensayo y error.
El experimentador
debe llegar al final (o recompensa) de un recorrido laberíntico sin
cometer errores. Los límites son invisibles, pero reales y están
determinados por un haz de luz que se va reflejando en espejos. Al
cortar el haz de luz suena una alarma que indica dirección
equivocada y simultáneamente computa el error.
Esta información se
aplica a un sistema de coordenadas y se obtienen “curvas de nivel de
comportamiento”. Puede participar una persona una vez y hacer tantos
intentos como sean necesarios para efectuar el recorrido sin ningún
error. La recompensa consiste en el privilegio de poder observar el
aspecto y comportamiento de un “oxolote mejicano”(anfibio que se
supone vinculado a nuestro origen).
La obra, además de la
intención lúdica que se observa a primera vista, y la experiencia de
aprendizaje que permite medir el comportamiento del participante,
está interesada en el proceso, lo mismo que sus micro – zoos
anteriores y el habitáculo con abejas enviado a la Bienal de
Venecia.
Benedit
selecciona un
sistema natural y lo combina con un equipo tecnológico.
Benedit
plantea la
homología entre la actividad del participante (Hombre) y los efectos
del medio creado (dialéctica entre el ser físico y la realidad).
Siguiendo con las
categorías binarias, podemos definir el plano de la expresión
con
Hjemslev, como aquél al que le corresponden los significantes de
un código (campo semántico, según Prieto). Este es el universo de
los hechos inmediatamente perceptibles, y tienen características
órgano – eléctricas definidas. Son los vehículos de la
significación, organizados en estructuras.
En
Benedit
se
convierten en significantes. Son todos aquellos hechos
que cumplen una función de orientación para recorrer el laberinto:
espejos, sonidos cuando se interrumpe el circuito, haces de luz. El
plano del contenido es aquél al que pertenecen los significados de un código (el par correspondiente a los
significantes). Estos significados –como en el otro plano- están
también organizados en estructuras semánticas.
La sustancia de la
expresión, en este ejemplo, sería visual y auditiva (luces y
sonidos) de espectro variable y en intervención alternativa (cuando
se corta la luz hay sonido y viceversa). La forma de expresión,
tomando en cuenta la sintexis programada de sustitución de una
distancia por otra, consiste en las trayectorias luminosas y su
relación temporal con el sonido de alarma.
Boletín del
Centro de Arte y Comunicación GT-181, 11 de octubre de 1972,
Bs. As.
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