ARTE CINÉTICO ARGENTINO

        por OSCAR HAEDO

 
 
CAPITULO I  
EL CINETISMO
 
01/04 LA ESCULTURA MOVIL      

 

            Con el hombre volando a 800 km horarios en un Messersmith, el bombardeo del neutrón por Fermi y el comienzo de los estudios cibernéticos en la computadora (raíz de la cibernética), en 1932 el norteamericano Alexander Calder daba forma a las primeras esculturas móviles con chapas de metal accionadas por el viento, introduciendo el Espacio – Tiempo y el Movimiento en la escultura.

 Si es verdad que la escultura debe grabar el movimiento en la inmovilidad

–decía Jean Paul Sartre repitiendo viejos conceptos ante la vista de los móviles de Calder- sería un error relacionar al arte de Calder con el del escultor. Calder no sugiere el movimiento, lo capta.

… un móbile, una pequeña fiesta local, un objeto definido por su movimiento y que no existe fuera de él; una flor que se marchita cuando se detiene, un juego puro de movimientos, como también hay puros juegos de luces[15].
 

            En la década del 40 se produce un vertiginoso ritmo de cambios que otorgaban un mayor sentido dinámico a la vida del hombre del siglo XX; el 6 de agosto de 1945 nacía la Era Atómica, era utilizada la bomba V2 en 1944, la cibernética hacíase realidad a través de la máquina de calcular, un avión Bell registraba una velocidad superior a la velocidad del sonido en 1947, la computadora ENIAC registraba 5.000 sumas por segundo y se industrializaba al transistor; empero, la década del 50 no se quedaba a la zaga: el lanzamiento del “Sputnik” al espacio el 4 de octubre de 1957: nacía la Era Espacial, asistiéndose al primer vuelo orbital del ruso Gagarin, la llegada a la Luna del cohete “Lunik” en 1959, mientras el artista intensificaba las investigaciones sobre Espacio-Tiempo-Movimiento, polarizadas desde 1954 en las teorías del húngaro Víctor Vasarely, divulgadas bajo la denominación de Optical-Art (Op-Art) o Arte Optico desde 1964.

            Agotadas las tentativas del cubismo, abstracción y futurismo por atrapar en la tela al movimiento, y, limitado a representarlo, sucesivas corrientes artísticas se limitaron a usar la imagen dinámica como un hecho plástico inherente a la composición o el color, pero en actitud de distensión: el suprematismo, el constructivismo (Joaquín Torres García en “Cercle et Carrée” 2 ), Abstraction-Creation con Frantisek Kupka y Gleizes, y los distintos maestros agrupados en el Bauhaus; las imágenes en movimiento reitéranse en obras aisladas del dadaísmo, surrealismo, expresionismo y en las últimas pinturas del neoplasticista Piet Mondrian: Victory Boogie Woggie (1944) donde sugiere el movimiento, en el abstracto-expresionismo norteamericano,  el informalismo. Esta última tendencia desencadena una reacción estética asentada en la geometría: el Op-Art.

            Vasarely condensaba las experiencias geométricas paralelamente a Joseph Alber, con realizaciones del venezolano Soto y Moholy-Nagy al afirmar:

Un átomo es un CAMPO en cuyo interior se producen tensiones, como ocurre en el átomo de hidrógeno, que está compuesto por un núcleo positivo y un electrón negativo, dos elementos complementarios, contrarios e inseparables. A partir de allí, he definido mi unidad plástica por medio de una ecuación simple: 1 igual a 2, 2 igual a 1[16]

    Partiendo de un elemento geométrico (unidad plástica) Vasarely componía obras -sustancialmente abstractas- mediante una coordinación matemática susceptible de generar en el espectador la ilusión óptica del movimiento; la matemática, las ciencias naturales, y un concepto filosófico racionalista eran incorporado a la obra de arte, definidas por Vasarely en esta frase: 

La era de las soluciones estrictamente bidimensionales muere lentamente: la unidad forma-color accede al espacio e integra en sus dominios dos nuevas nociones, particularmente el “movimiento” y la “duración temporal”.[17]

           Detenido en la instauración de una ilusión óptica a partir de elementos pictóricos estáticos, Vasarely instaba a los artistas a acceder al espacio con el uso del movimiento, lo que ya aconteciera con casos individuales. A partir de la década del 50 el cinetismo se constituiría en un hecho universalizado.

 

 

 

 

 

 [15] “Del cuadro animado a la escultura-robot”. María Scuderi. Diario “La Nación”, 1964. Bs. As.

 [16] E. de Bértola. Ob. Cit.

 [17] “El arte y la cuarta…” Art. cit.

 

 

 

 

 

CAPITULO I  
EL CINETISMO