ARTE CINÉTICO ARGENTINO

        por OSCAR HAEDO

 
 
CAPITULO I  
EL CINETISMO
 
01/05 ELECTRICIDAD Y MOTORES     

 

Desde 1945 Gabo usaba motores para poner en movimiento las partes móviles de sus creaciones cinéticas; en 1958 Nicolas Schöffer  2  3  usa el motor eléctrico en un reloj espacio-dinámico; en 1954 Tinguely exhibe relieves metamecánicos (elementos formales que giran mediante un motor eléctrico); en 1947 el surrealista español De Diego utiliza máquinas inútiles accionadas por motores eléctricos; en 1922 Ludwig Hirschfeld-Mack exhibía en el Bauhaus un órgano con luces de colores mediante un juego de reflectores, y el norteamericano Thomas Wilfred creaba el claviluz, instrumento con teclado para proyectar formas y colores móviles sobre una pantalla.

Las muestras colectivas de arte cinético se habrían iniciado en 1922 en la galería “Annunziata” de Milán con obras en movimiento y transformables del MAC (Movimiento de Arte Concreto  2 ) ; ellas prosiguen con la primera gran exposición del Movimiento 1 en la galería Denise René 2  (París, 1955) con la participación de Calder, Duchamp, Vasarely, Tinguely, Soto, Carlos Cruz-Díez, Agam, Takis, Palatnik, Malina, Schöffer, Munari 2  y Buri, seguida de la muestra de Nouvelle Tendence, N. Dynamo, Zero, Equipo 57, y en 1959 el Groupe de Recherches d’Art Visuelle integrado por los argentinos Julio Le Parc, Francisco Sobrino y Horacio García Rossi y los franceses Jean Pierre Yvaral, Stein y Morellet, quienes recurrían a motores, electricidad, espejos, todo tipo de materiales y móviles, así como instaban al espectador a participar con sentido lúdico.

Dos años antes, Gyula Kosice  2  3 concebía durante su estadía en París a la primera obra hidrocinética, accionada por el agua y la electricidad sobre modelados con plástico.

En 1961 inaugurábase en Moscú la Exposición - Presentación de arte cinético de la colectividad EL MOVIMIENTO, dirigido por el pintor soviético León Nusberg, al frente de un conjunto de músicos, físicos, mimos, pintores, psicólogos e ingenieros en número de treinta. Decía Nusberg:

Todas nuestras búsquedas en conjunto se denominan de un modo absolutamente convencional ARTE CINETICO. Cinética, porque se basa en una cualidad distintiva principal: el movimiento como forma de expresión artística (por supuesto que el movimiento artístico se entiende en la acepción más amplia)…Proponemos el empleo de todas las posibilidades y medios (técnicos y estéticos) de cualquier fenómeno físico y químico e incluso de todas las especies de arte como medio de la expresión artística. El movimiento, la síntesis y la simetría nacieron a consecuencia de diversas sensaciones internas y de la actitud general hacia el mundo y hacia el hombre, hacia la vida y hacia la muerte…

Considero que la obra cinética debe ser interdependiente en su interior y denomino convencionalmente a tal fenómeno en el cinetismo simetricidad y corrección de la estructura interna, interacción de todos los elementos de la obra.[18]

 

       El arte cinético desarrollado en la Unión Soviética se caracteriza por emplear, preferencialmente, al movimiento real, en forma organizada.

       En el período 1960-1970 se registraba un vuelo en torno a la Tierra en 108 minutos, el posterior descenso del hombre en la Luna, en 1966 se incorporaba el color en la televisión, en tanto el artista plástico intensificaba la búsqueda del Espacio-Tiempo-Movimiento mediante la colaboración de la ciencia, la técnica y la industria, como lo solicitaba Edgard Varese: Apretar un botón para que la música sea producida y no interpretada; el Grupo CTG (Japón) proponía integrar la computadora a las bellas artes, mientras un auto de líneas dinámicas ingresaba a la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York, cumpliéndose el sueño de los futuristas de 1909.

      Otros pasos en la actual dinamización del entorno del hombre lo constituyen: la comunicación por satélites, la visión del color con rayos infrarrojos, la informática (computación en el quehacer diario), el rayo láser, el video, el robot, la transmisión electrónica de la correspondencia y del periodismo, los variados grabadores y el “cassette”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 [18]. “Cinetismo. ¿Un arte del tercer milenio?”. Eugenia Kasatkina. Revista de cultura soviética, sin datar, 1966. Bs. As.

 

 

 

CAPITULO I  
EL CINETISMO