CAPITULO II
LOS PRE - CINÉTICOS |
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02/07 |
1944. TORRES GARCIA
Y EL CONSTRUCTIVISMO
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El
país se encuentra en los umbrales de una nueva etapa, que ya se
anuncia en los preparativos de la revolución de 1943 y en las
movilizaciones de una clase trabajadora que gana espacio en el viejo
diseño de la
Argentina
agro-exportadora. |
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La Nación entraba en un proceso de transformaciones de todo orden
que alterarían al hábitat nacional.
Había nacido la
Era Atómica en 1945, la cibernética era realidad, y con la pila
de uranio otorgaban otra realidad a la civilización del siglo XX; un
nuevo racionalismo acorde a las estructuras en cambio se imponía en
las artes plásticas de
Argentina,
hasta entonces controlada por los grupos conciliatorios afectos a la
Escuela de París, los que exhibían su agotamiento y su
distanciamiento a las formulaciones determinadas por el crecimiento
industrial y la actualidad tecno-científica.
Junto a los aportes acerca del
Bauhaus de la fotógrafa
Grete Stern, y el trascendido de las teorías del pintor uruguayo
Joaquín Torres García, enrolado en el constructivismo, los
artistas jóvenes interesados por las vanguardias estéticas
comentaban los movimientos relativos, la energía emitida por
cuantos, electrones rotatorios, paralelos que escoran y rectas
infinitas en pos de estructurar una nueva semántica.
Un papel trascendente cúpole en esta renovación a
Joaquín Torres García, cuyos primeros conceptos teóricos se
conocieron en Buenos Aires merced a un reportaje, posteriormente
recogido por los iniciadores del
Movimiento Concreto, de esencia geométrica. Decía
Torres García:
Lo que quiere hacer un constructivo ante todo
y sea introduciendo o no formas naturales dentro de su geométrica
expresión, y sea en monocromismo o en colores, es una
“construcción”. Y por esto, su característica es el “ritmo”: es
decir, una creación estética independiente basada sobres sí misma.
De ahí que la unidad sea su indispensable soporte o fundamento. Tal
concepción, ya no hay que decirlo, es completamente moderna y pone
en evidencia la evolución de este aspecto del arte plástico. Por
eso, desde este punto de vista quise dar más importancia al arte
constructivo sobre la pintura. Pero a pesar de eso, ni yo puedo
abandonar a la pintura, porque soy pintor, ni menos condenarla. Ha
de haber pintores y constructivos. La manifestación “arte”, hoy es
una concepción estética en el ritmo.
¿Qué sería lo moderno?
En este momento del mundo tiene que ser un “realismo” absoluto.
Lo concreto, en todo, sin añadir ni quitar nada a las cosas. Un
objetivismo total, y por esto, de acuerdo con lo puro, con la razón
universal. Sería una reintegración a lo estético.
Por esto, el arte opera solamente con el “plano de color” y la
“línea” dentro de una expresión geométrica.
“Arte planista” sin tercera
dimensión, barrido todo elemento no concreto. Excluye todo lo que
trata de crear una “ficción” o de dar una “expresión” cualquiera o
de establecer otro orden, aparte de éste puramente “realista”. Un
arte que trabaje sólo con “elementos plásticos” y no con
“objeto”(cosas). Y este arte es el que corresponde a nuestra época,
porque entiende que el arte debe poner “permanentemente” en la
“evolución”.
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CAPITULO II
LOS PRE - CINÉTICOS |
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