La tercera corriente pictórica se asienta en la
geometría, subdividiéndose, a su vez, en dos tendencias que llegan a
interpolarse, en la primera tendencia figuran quienes rehuyen al
dinamismo, pero lo incorporan subjetivamente, y ello surge del uso
de la luz, el color en sus oposiciones o armonías tonales, los
signos interpretativos de la realidad cósmica, el juego óptico en su
pureza total y la búsqueda de ritmos, con ejemplo en el movimiento
ARTE CONSTRUCTIVO ARQUITECTURAL, las estructuras primarias
y las visiones elementales, las pinturas de
Oscar
Mario Deza,
Anselmo Píccoli,
Eduardo Jonquiere,
Luis Barragán,
Ricardo Laham,
Oscar Capristo, Guillermo Thiener,
Manuel Alvarez,
Florencio Méndez Casariego,
Marcelo Bonevardi,
Domingo Gatto,
César Paternosto y
Alejandro Puente; en la segunda tendencia se ubican los
pintores que disponen a los cuerpos geométricos dentro del espacio
bidimensional de la tela en procura de activar a la tercera
dimensión (la clásica perspectiva renacentista), con ejemplo en
Gabriel Messil,
Rogelio Polesello,
Pablo Menicucci,
Mario Agatiello.